De regreso a casa,tras una larga jornada
me encuentro siempre,
con tus brazos abiertos
y tu sonrisa ,en la cara.
Cómo un ritual,desde hace años,
a la habitación me acompañas,
mientras yo me desvisto,
tu lo haces con la mirada,
yo de reojo te miro,sonrío callada.
Te acercas despácio,
como aquel.. que no quiere nada,
me besas en la boca,
mientras tus manos,en mis hombros,
dulcemente descansan.
Acaricias mi cuello,
masajeas mis hombros,mi espalda.
un escalofrío recorre mi cuerpo,
al oido,muy bajito..me susurras...
¡¡ mi vida... cuánto te quiero !!.
Mi corazón se acelera...
se desboca,y de qué manera,
al contacto de tus manos,
al sonido de tus palabras,
y al suave roce de tu labios...
Mis manos te buscan,
mis labios te encuentran,
nuestras almas se fugan,
a solas, nos dejan.
Ellas.. ya harán por su cuenta.
Nuestros cuepos se funden,
formando tan solo uno,
dos enamorados que se unen,
en el tálamo delirante del deseo,
hasta que juntos,sus volcanes fluyen.
Desde lo más alto,
nuestras almas nos observan,
sonrien dichosas,por que ellas se aman.
y nuestros cuerpos fundidos,
su amor sellan.
E.M.D. ( chagall )
